Hoy se conmemora el Día Mundial de la Salud Mental, un día para abrir interrogantes y generar el diálogo sobre un aspecto tan humano y vital como el derecho a la salud mental.
Desde la perspectiva de derechos y cuidados que propone la Educación Sexual Integral encontramos que la atención y valoración de la Salud Mental son elementos clave: desde brindarnos herramientas para un cuidado integral de la salud, atender aquellas situaciones problemáticas vinculadas a consumos, así como la posibilidad que nos brinda la ESI de valorar la afectividad y expresarnos en espacios comunitarios que contengan y acompañen cada proceso de la vida de nuestros estudiantes.
Vivimos en un mundo atravesado por individualidades y aislamientos, donde las angustias y depresiones desbordan en cada rincón, la desesperanza se apodera de las personas y la falta de perspectiva de futuro se vuelve agobiante. Este panorama pone a las escuelas en la mira, y a quienes las habitan en el gran desafío de pensar un nuevo espacio para la ternura y la empatía. Las instituciones escolares son el lugar donde convergen múltiples problemáticas sociales y comunitarias que no encuentran su vía de escape. Así, las aulas con sus docentes son la red de acompañamiento de estas situaciones que permite generar la construcción de espacios de cuidado, participación, creación de vínculos de confianza, respeto y reconocimiento mutuo.
Es necesario destacar que la escuela no está sola en este abordaje sobre los cuidados, sino que forma parte de una red de organismos e instituciones corresponsables en garantizar los derechos de niñeces, adolescencias y adulteces, con las que debe trabajar articuladamente (Ley N° 26.061).
Abordar la salud mental en la escuela no implica entonces trabajar de modo fragmentado las emociones ni elaborar propuestas que busquen controlarlas, regularlas o individualizarse. La escuela como institución social (junto a otras) tienen un rol protagónico en la configuración de la vida afectiva de las personas y por ello su propósito es integrarla a la convivencia escolar. Indisociable de otros aspectos que hacen al bienestar y a la salud mental de las personas: aspectos familiares, comunitarios, sociales, económicos, culturales, etc.
El cuidado de la salud mental de las personas que conforman las instituciones educativas se ve ampliamente fortalecido con el ejercicio efectivo de los derechos que contribuyen a la construcción de una ciudadanía activa y democrática, promoviendo el rol social y comunitario, las grupalidades, los vínculos interpersonales y el intercambio genuino de experiencias, saberes, afectos y emociones.
Por todo esto, cada 10 de octubre conmemoramos el Día Mundial de la Salud Mental con el fin de visibilizar las problemáticas del campo y hacer hincapié en la necesidad de seguir construyendo espacios de reflexión y escucha para el cuidado de la salud.