La Supervisora Escolar de Educación Jóvenes y Adultos Zona II, Gladis Cané, nos relato una historia de vida y superación que sucede en nuestro departamento.
La historia tiene como protagonistas a Cristina y Mario, dos estudiantes que día tras día batallan derribando y superando barreras para hacer realidad su proyecto, el anhelo de completar los estudios de Educación Primaria. Esta conmovedora historia de vida y superación transcurre en Gdor. Sola. Esta localidad es una comuna de 1ª categoría del distrito Pueblo 1° perteneciente al Departamento Tala, en la provincia de Entre Ríos, República Argentina. Y, como la mayoría de los pueblos o colonias entrerrianas el tren los atravesó, es por eso que lleva el nombre de la estación del ferrocarril desde donde parte el ramal Gobernador Sola – Raíces del Ferrocarril General Urquiza, que fue denominada en homenaje al gobernador Juan León Sola.
En este pueblo con caracteristcas y costumbres rurales, funciona el Centro Educativo Nº 434. Este centro se emplaza en dependencias de la comuna, que es cedido el Presidente Comunal, Bruno Ascaino. La institución de educativa esta a cargo de la docente en Enseñanza Primaria, Prof. Mara Bernhardt y es ahí donde asisten Mario y Cristina. Cristina es una alumna con discapacidad que diariamente teje el entramado de su vida combinado con arte en sus clases y alegría de aprender lo que su seño le enseña y le transmite con el amor que una profesional de educación le dedica a su alumnado y con el acompañamiento de su familia.
Mario es el otro alumno a quien la vida desde muy pequeño le enseñó a trabajar en duras tareas rurales y que ganarse el pan de le impidió completar su escolaridad primaria. Sin embargo nunca se dio por vencido y hoy está avanzando notoriamente, pues su meta es aprender a leer y escribir. Hace tiempo atrás se realizó un pedido solidario en la comuna, una bicicleta para que Mario pueda concurrir a la escuela y tras haberla nunca falta a sus clases. La seño Mara por su parte cuando toma el cargo se lleva una sorpresa muy grata, la bicicleta que ella había regalado de manera anónima le sirvió a su alumno Mario para asistir a clases. Por su parte Mario aspira a terminar la Escuela Primaria y poder seguir estudiando, hacer talleres que le permitan mejorar su calidad de vida y cotidianamente superarse. En su relato nos cuenta que, no siente vergüenza revelar su sueño, sino que motiva a pobladores que estudien, como él lo hace, entre changa y changa, con mucho esfuerzo, pero nunca falta.
A modo de reflexión, las barreras sociales que deben derribarse son;
Estereotipos: Las personas a veces estereotipan a aquellos que tienen discapacidades, al asumir que su calidad de vida es mala o que no están sanos debido a sus deficiencias.
Estigma, prejuicio y discriminación: Dentro de la sociedad, estas actitudes pueden provenir de las ideas que las personas tienen acerca de la discapacidad. Las personas pueden ver la discapacidad como una tragedia personal, como algo que se tiene que curar o prevenir, como un castigo por haber hecho algo malo, o como una indicación de la falta de capacidad para comportarse en sociedad del modo que se espera.
Para concluir, estas barreras tienen que ver con la ignorancia, el temor de creernos menos por decir que no sabemos, que queremos aprender para superarnos en la vida, este es el muro a deshacer.
