Es 5 de junio y la agenda educativa indica que tenemos que decir unas palabras en conmemoración del día del ambiente, palabras vertidas como ruegos para que de una vez frenemos la destrucción aceleradísima que se está cometiendo contra el único lugar capaz de albergarnos, el Planeta Tierra.
Hablemos entonces desde nuestro espacio de educación ambiental, convengamos que no es un tema, es más bien un campo educativo, que compromete a toda la educación, la atraviesa, como la ESI. Si bien nace como una perspectiva, como un camino, o un rumbo que debe tomar la educación para intentar mejorar la situación crítica de deterioro ambiental en que se encuentra el planeta, los desarrollos realizados hacia adentro de ella misma, especialmente desde la perspectiva latinoamericana, la vuelven un campo con identidad propia, que va mas allá de la Ecología y de las Ciencias de la Tierra y del Ambiente, aunque las incluye, campo transdisciplinario que atraviesa a la Economía, a la Política, a la Cultura y a la Ética, en tanto ciencias que tienen por objeto a la sociedad o las sociedades. Campo que requiere del diálogo permanente entre las distintas disciplinas y culturas.
Suecia, 1972, en ocasión de celebrarse la llamada Cumbre de la Tierra, convocada por la ONU para tratar cuestiones ambientales internacionales. Esta marcó un punto de inflexión, al menos en los propósitos, de desarrollos de políticas internacionales. Lo novedoso de esta cumbre es que plantea un cambio al concepto de desarrollo y en las relaciones internacionales. A partir de esta Cumbre, la Asamblea General de la ONU designa al 5 de junio, fecha de apertura de la misma, como el “Día Mundial del Medio Ambiente”, con miras a hacer más profunda la conciencia universal de la necesidad de protegerlo y mejorarlo.
Después de Estocolmo, siguieron varias “Cumbres” en distintos lugares del mundo. Ellas fueron definiendo metas, objetivos y principios de la Educación Ambiental. Incluso la incorporación de la misma a los sistemas educativos.
El concepto de educación ambiental, fue cambiando durante su mismo desarrollo. Ha pasado de ser considerado solamente en términos de conservación de la naturaleza y exclusivamente biológicos, a miradas más complejas y políticas, donde se pone en cuestión, principalmente, al sistema económico hegemónico que marca los estilos de desarrollo.
Aun así es necesario seguir construyendo el concepto de ambiente y de educación ambiental, no dejar que devengan de un discurso único ni totalizador, permitir que se cuestionen los conocimientos construidos, que se puedan deconstruir y reconstruir, con consistencia epistemológica, conceptual y metodológica. Asimismo poder lograr el cruzamiento con la ESI que a través de la apertura de la primera puerta podemos profundizar nuestro autoconocimiento, a conocernos y reconocernos, a vincularnos con una misma y con las demás personas, y también nos habla de nuestra vinculación con el entorno. En sintonía, la educación ambiental latinoamericana nos enseña que, aunque se nos ha hecho creer que la naturaleza es aquello que denominamos recursos naturales y que están para servirnos, no es lo otro sino que somos naturaleza. Recapitulando pues, cuidarnos es entender que lo que nos rodea nos constituye y viceversa.
En un 5 de junio donde mínimamente se va asomando el frío en estas latitudes y con temperaturas que deberían encender todas las alarmas, apelamos a tratar de re- vincularnos, a revisar nuestras prácticas, nuestro cotidiano y el entendimiento que tenemos con lo que nos constituye. A exigir con más fuerza, determinación o ambas que tomen medidas comprometidas con nuestro presente y con el futuro. Repetimos y sostenemos que es necesario hacer que nuestra currícula escolar dialogue, sea honesta y se actualice de forma urgente para generaciones que nacen con tiempo de descuento en términos de calidad de vida.
Sostenemos, los bienes naturales no son propiedad de nadie, son el aseguro de un mundo habitable para toda la humanidad, defenderlos es nuestro derecho y obligación, para eso debemos conocerlos y conocernos, mirarnos para poder mirar, ahí entran en nuestras aulas Ambiente y ESI, para ayudarnos a respetar y respetarnos a la vez que señalarnos que Otro futuro es posible.