El “Día Mundial sin Tabaco” se recuerda todos los 31 de mayo desde 1987, establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Este día tiene como propósito informar, concientizar sobre los daños que causa el consumo del tabaco, los riesgos que causa a la salud de formador y quienes lo rodean.
La Asociación Argentina de Tabacología (AsAT) en su última encuesta realizada durante el aislamiento preventivo y obligatorio, informa que, “sobre 1795 adultos, un 71% de los fumadores manifestaron que quieren dejar de fumar y un 70% expresa estar preocupados por el COVID – 19 por ser fumadores. Pero un 59% cree que es imposible o no se propone dejar de fumar en estas circunstancias”. Según la actual encuesta de Factores de Riesgo, en Argentina fuma el 22% de los adultos y mueren alrededor de 44.000 personas por enfermedades relacionadas con el tabaco.
La Asociación de Tabacología informa en que “Las plantaciones de tabaco son una de las principales causas de deforestación en el mundo… La fabricación de cigarrillos es una de las principales causas de desechos químicos. El tabaco es una de las plantas que necesita más pesticidas y fertilizantes. Estos pasan al agua y la contaminan. Además, las colillas de cigarrillos (que concentran muchas de las 7000 sustancias tóxicas presentes en ellos) son generalmente tiradas al piso, cuando llueve son arrastradas a las alcantarillas pasando a la fuente de agua potable que contaminan. Ríos, lagos y mares son contaminados con colillas de cigarrillos que los peces y animales confunden con comida y tragan provocando muchas veces su muerte y alterando el ciclo ecológico”.
Las colillas de cigarrillo son un residuo que tarda 10 años en degradarse y son perjudiciales por las sustancias tóxicas que contienen. El filtro de los cigarrillos está fabricado con acetato de celulosa y está diseñado para acumular los componentes del tabaco; en él quedan sustancias nocivas como la nicotina o el alquitrán y metales pesados como plomo, arsénico y cianuro. Todos esos elementos se liberan a la naturaleza, contaminando y actuando como una amenaza real para la biodiversidad.
El lema para este año es “comprometerse a dejar el tabaco”, desde diversas organizaciones, instituciones, fundaciones y ONGs, se definen acciones para seguir concientizando, educando e informando sobre las consecuencias de este hábito, y para acompañar a aquellas personas que tiene la intención de dejar de fumar.
En este sentido es fundamental e imprescindible educar para crear un cambio de conciencia sobre el consumo del tabaco ya que no solo afecta la salud humana individual y colectiva sino a todo el ambiente.