Cada 17 de mayo se celebra el Día del Horticultor. Este día fue establecido por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) en conmemoración a las personas que trabajan en la producción de alimentos vegetales; ya sea sembrando, mejorando la propagación de las plantas, las cosechas, los abonos, el almacenaje, procesado y transporte de frutas y verduras, su calidad y su valor nutricional, su resistencia a los insectos, enfermedades y a los cambios ambientales.
Los horticultores constituyen un importante sector económico que contribuye fuertemente a la alimentación cotidiana de la población. La tarea del horticultor es fundamental para mejorar el rendimiento de las cosechas y promover la seguridad y soberanía alimentaria a través de producciones agroecológicas posibilitando el acceso a productos saludables. Para fomentar esta tarea es necesario fortalecer el impulso a las huertas y granjas desde la Educación Ambiental y Alimentaria, el fortalecimiento de proyectos productivos y de acceso al agua, el apoyo a la comercialización a través de mercados de proximidad y ferias populares regionales.
Desde la educación ambiental se fomenta una perspectiva de desarrollo sostenible con impronta territorial, el uso de técnicas productivas amigables con el ambiente, el cuidado de los bienes naturales locales desde tecnologías que mejoren el hábitat y la calidad de vida de los horticultores, sus familias y comunidades.