El 2 de febrero de 1971 se suscribió la Convención sobre los Humedales, conocida como la Convención de Ramsar, por ese motivo cada 2 de febrero se conmemora el Día Mundial de los Humedales.
A nivel mundial se viven situaciones complejas en relación al agua dulce que afectan a las personas, a las plantas y animales, generando situaciones de crisis en todo el planeta. Se está utilizando más agua de la que se puede reponer, afectando al ecosistema del que más dependen el agua y la vida en general: los humedales.
Los humedales proporcionan agua dulce facilitando el agua para nuestras necesidades básicas (beber, cocinar y asearnos) y para el riego. Posibilitan la producción de alimentos, son amortiguadores de la naturaleza, actúan como esponjas naturales, absorbiendo las precipitaciones y reduciendo el impacto de las inundaciones. Son esenciales para la biodiversidad, albergan más de 100.000 especies de agua dulce conocidas, y esta cifra aumenta continuamente, también son esenciales para muchos anfibios y para la reproducción y la migración de las aves
Proveen productos y medios de vida sostenibles, más de 660 millones de personas dependen de la pesca o la acuicultura para su sustento, facilitan madera para la construcción, aceite vegetal, plantas medicinales, materia prima para elaborar tejidos y forraje para los animales.
Para este año la fecha tiene como objetivo destacar los humedales como fuente de agua dulce e impulsa acciones para restaurarlos y detener su pérdida.
Es fundamental educar en la valoración de los humedales, vitales para la vida y la salud del planeta.
A tales efectos adjuntamos el cuadernillo para el aula: “Educación Ambiental: los humedales”, elaborado por el Programa de Educación Ambiental del Consejo General de Educación: