Bordet homenajeó a una docente junto a la comunidad educativa de Aranguren
En la inauguración del nuevo edificio de la escuela secundaria Nº2 Juan Hipólito Vieytes de Aranguren, el gobernador Gustavo Bordet homenajeó a la docente Gladis Milda Miller, quien fuera pionera en la concreción de la obra, entregándole a los familiares un cuadro con del retrato de la educadora.
La docente fue elegida por sus colegas de Nogoyá para ser distinguida en la muestra fotográfica Mujeres educadoras de la provincia, que organiza el Consejo General de Educación (CGE) y se expone en hall del organismo desde este lunes al 9, de 10 a 12 y de 14 a 16, en reconocimiento a las mujeres que dedicaron su vida y obra a la educación.
Gladis Milda Miller comenzó a trabajar en la escuela secundaria N°2 Juan Hipólito Vieytes en 1987 como profesora de Problemática Filosófica en quinto año. En los siguientes años adjudicó horas de Lengua y Literatura y en 2004 adjudicó el cargo de rectora de la escuela.
Sus compañeros al seleccionarla la calificaron como “una mujer con mucho espíritu de lucha y esfuerzo. Se radicó en Aranguren, formando su familia y amando a sus hijos enseñándole valores y hábitos muy difíciles de perder”.
Comenzó su carrera docente como maestra de escuela primaria y luego en la secundaria. Cursó el profesorado de Lengua y Literatura, en forma paralela a su tarea docente.
Como profesora, hizo mucho hincapié en la lectura implementado un proyecto de radio escolar, donde participaban todos sus alumnos, cuyo objetivo era favorecer la lectura de corrido y la expresión.
Como rectora, trabajó en la inclusión de los alumnos con talleres de apoyo, talleres de actividades extra aúlicas, consultas con especialistas para resolver problemáticas de los alumnos. Gestionó viajes escolares. Realizó los trámites para la apertura de la Escuela para Jóvenes y Adultos (en ese entonces BAPA) que era una necesidad para la localidad. También se implementó el plan FINES, por única vez.
Inició la gestión la construcción del nuevo edificio escolar debido al crecimiento de la matrícula y el poco espacio físico de la escuela, con un seguimiento personal del expediente.
Pero lo más importante, “fue ella como persona que dejo en sus pocos años de trabajo, la dedicación y el amor por trabajo y tarea docente, el esfuerzo puesto en cada meta, en cada proyecto iniciado”.