CGE

24/06/2019

Más de 5.000 gurises entrerrianos asisten al programa Educando en Movimiento del Instituto Becario

Más de 5.000 gurises entrerrianos asisten al programa Educando en Movimiento del Instituto Becario

Más de 5.000 gurises entrerrianos asisten al programa Educando en Movimiento del Instituto Becario

Más de 5.000 gurises de 54 localidades entrerrianas asisten todas las semanas al programa Educando en Movimiento. Unos 800 estudiantes avanzados de profesorados acompañan esta actividad.

Territorialidad y acompañamiento, con creatividad y contenido social. Con esos pilares se construye Educando en Movimiento, uno de los programas del Instituto Becario.

Educando en Movimiento es un “programa innovador” que “apoya a los gurises en su trayecto escolar y les brinda actividades recreativas”, define la directora ejecutiva del Instituto Becario, Claudia Gieco.

La funcionaria provincial destaca el apoyo del gobernador Gustavo Bordet porque “sabe de la importancia de estas políticas públicas, que son transformadoras y enriquecen los contenidos que se les brinda en la educación formal”.

“Sentimos el acompañamiento del Estado provincial, y en el trabajo diario de este programa, una de las características que se destacan es la articulación con las docentes de las instituciones educativas presentes en los barrios”, dice.

Así lo entiende también Alejandra Di Gresia, referente del programa en Federación. “Este es el tercer año que acompañamos a los chicos con el programa, y todo empezó muy tímidamente, como cuando no creés que va a funcionar algo. Sin embargo los resultados son sumamente satisfactorios”, cuenta. Y en gran parte, lo vincula con la buena recepción del programa por parte de los docentes en las escuelas.

“Tenemos muy buena relación con las escuelas, por mi historia personal tengo inserción en la comunidad en el ámbito de la Educación, así que siempre hubo una muy buena comunicación con los equipos directivos. Y eso se traduce en una muy buena comunicación entre las maestras y los estudiantes a cargo del programa, que son los que tienen el contacto con los chicos. Junto a ellos refuerzan lo que se les da en la escuela, las maestras de los chicos les envían mensajes sobre los temas que están dando, datos de cómo marcha el desempeño escolar de cada chico, es decir, trabajan conjuntamente y en un ida y vuelta constante”, comenta.

Alejandra agrega que a fin de año evaluaron positivamente el impacto del programa. “Tuvimos chicos con dificultades en las operaciones matemáticas y también de lectoescritura que pudieron avanzar a lo largo del año y tener un mejor desempeño en la escuela. Eso, para nosotros que nos sentimos involucrados con esta problemática, es algo que nos llena de orgullo”, dice. Y analiza la problemática actual: “Hoy en día, hay muchos padres que no tienen las herramientas disponibles para hacer la tarea con los chicos todos los días, entonces se limita la posibilidad de muchas familias para que los chicos tengan esa contención en un hogar donde los dos papás trabajan, o tienen otras problemáticas”.

Espacio integrador

Sabrina Olano, intendenta de Ceibas, coincide en que la experiencia de tener “el Educando” es “muy buena”.

“Empezamos el año pasado en un solo lugar. Este año, como estamos divididos por la ruta, pedimos que se abra en otro lugar. Tanto en el SUM como en el polideportivo, atendemos a los 90 chicos que asisten con merienda o desayuno”, cuenta. Y profundiza: “Este año tuvimos que abrir otro centro porque los papás se acercaban a preguntar, a interiorizarse porque les sirvió un montón en lectoescritura a los chicos que asistieron el primer año”.

Para Sabrina también es positivo para los estudiantes avanzados de profesorados que atienden a los gurises. “Acá por suerte tenemos varios chicos que estudian en el Nivel Terciario, y sabemos que la situación económica no es la mejor para solventar ese trayecto educativo. Para ellos, estar incluidos en el Educando en Movimiento también se constituye en una fuente de ingresos”, razona.

En Los Conquistadores, este año el programa se implementa por primera vez. Adriana Meza es la coordinadora y la primera impresión es que había una evidente demanda.

“Se notó que hacía mucha falta y tenemos más de 40 chicos que concurren todas las semanas”, dice.

Para Adriana, el programa entusiasmó a los gurises de Los Conquistadores. “Los mismos chicos o sus padres se enteraron y concurren quienes tienen problemas de aprendizaje pero también hay otros que van porque se sienten integrados en un espacio novedoso, donde convive el estudio con el deporte en un ambiente sano”, cuenta.

Tal es así, comenta, que en la ciudad existe una sola escuela y dicta clases hasta las 15:00. “Pensábamos que los chicos no iban a ir a nuestro espacio, o que iban a llegar cansados. ¡Al contrario! Siguen hasta las 17:30 o 18:00 en el Educando. Creo que es así por dos motivos: Hay un planteo diferente de contenidos que se complementa con lo dado en la escuela, y hay un gran entusiasmo en los chicos”, analiza.

Patricia Núñez, coordinadora del programa en Mansilla, departamento Tala, advierte que la actividad “no es solo pedagógica”, por lo que aflora entonces el entusiasmo de los 50 chicos que concurren.

“Tuve la experiencia de ser uno de los `profes´ del programa y ahora coordino la actividad. En nuestra localidad no hay oferta de deportes, actividades físicas, o si alguien tiene la posibilidad de hacerlo implica un costo para los padres. Así que también en la parte lúdica del programa los padres están muy conformes”, menciona.

También valora que el programa se instaló en Masilla debido a una demanda, y destaca el ámbito de desarrollo como un lugar de contención y alegría”.

Desarrollo sociocomunitario

Educando en Movimiento se desarrolla dos veces por semana en cada centro, que funciona en comisiones barriales, salones comunitarios o de instituciones de la sociedad civil.

Se trata de un programa de desarrollo sociocomunitario que acompaña a niños y adolescentes entre los 6 y 13 años, promoviendo hábitos de estudio, brindando la oportunidad de acercarlos a actividades físicas y culturales.

Desde ese espacio, se transmiten y fomentan valores como el compañerismo, la solidaridad y el respeto por el otro.

“El propósito es fortalecer el aprendizaje generando vínculos y valores dentro de ambientes saludables”, define Claudia Gieco, directora ejecutiva del Instituto Becario.

Para los estudiantes avanzados del Nivel Terciario que orientan a los chicos, el programa es un ámbito de práctica profesional.