CGE

18/08/2017

La importancia de celebrar la Niñez

La importancia de celebrar la Niñez

La importancia de celebrar la Niñez

La niñez -ese tiempo preciado en que el ser humano incorpora el lenguaje, los hábitos y conductas propias del entorno en que nace y se desarrolla, su capacidad para jugar, las emociones fundamentales, la estructura de la forma de sus pensamientos-, es motivo de alegría durante todo el año, pero fundamentalmente en agosto la comunidad la conmemora de diferentes modos.

Pero ¿qué implicancias existen en relación a que el calendario contenga un Día del niño?, ¿sólo tiene que ver con el fomento del consumo o es también una ocasión propicia para retomar las preguntas fundamentales y analizar, por ejemplo, mi vínculo personal con la niñez -con el niño o niña que fui-, con los niños que me rodean, los que parecen próximos pero se encuentran lejos porque sus derechos son vulnerados, los que estando lejos sin embargo se presentan como consigna presente?

La funcionaria del Consejo General de Educación, responsable de la Dirección de Educación Inicial, Marta Muchiutti, compartió su visión y además una propuesta de abordaje para recuperar y atesorar con los más chiquitos.

“A nosotros, como Nivel que entiende la Primera Infancia como una Unidad Pedagógica, lo que nos interesa remarcar, es la enorme responsabilidad que tiene el Estado como garante de los derechos fundamentales y en términos específicos -en nuestro caso-, cómo las intervenciones que atraviesan a los niños y niñas, los constituyen. En ese sentido, un día en el calendario, ofrece a la comunidad una gran oportunidad: La oportunidad de mirar más de cerca qué tipo de relación construye con este grupo etario, qué valores promueve, qué parte de la tradición está transmitiendo, qué conceptos y sobre todo qué tipo de vínculos establece”, reflexionó la directora de Educación Inicial, Marta Muchiutti.

“Como docentes, como entorno próximo, en el club, con la familia, lo que el niño y niña necesita y merece, no es sólo un juguete, sino antes bien, tiempo de calidad. ¿Qué es el tiempo de calidad? Tiempo de calidad es aquel que compartimos sin apuro, sin mediaciones tecnológicas, es un juego, un relato, una historia, un barrilete; es mirar a los ojos, escuchar con oídos atentos, sonreír con franqueza, desayunar o merendar juntos a la mesa sin celular de por medio, etc. El tiempo de calidad, es un tiempo exclusivo donde la relación yo-tú-nosotros, es la relación auténtica. En ese sentido, además de manifestar nuestro saludo a todos los niños y niñas de la provincia, queremos también decirles a los adultos responsables que el regalo más importante que pueden hacer es éste. Y no sólo un día en el calendario, sino todos los días”.

“Es una necesidad para los chicos y es la oportunidad que tenemos como sociedad de contribuir a la formación de los ciudadanos íntegros que una Nación necesita; nada reemplaza la mirada de la mamá sobre el lactante, no existe ningún wtsp que sea tan importante como para interponerse en ese momento único y definitivo para el niño; no hay tablet que reemplace al júbilo de enseñar y aprender a andar en bicicleta -aunque tenga rueditas-, no existe red social que aconseje mejor a nuestros pequeños que un abuelo o un padre guía que dice ‘todo va a estar bien’”.

“Por supuesto estas reflexiones hunden sus raíces en el quehacer pedagógico, llegue a las jardineras con esta efeméride un agradecimiento y el reconocimiento a su labor. En cientos de jardines, los niños festejarán, y en todos ellos, todos los días, celebramos la Niñez”.

Presente

En un trabajo articulado entre el Consejo General de Educación y el Instituto Audiovisual de Entre Ríos, niños y niñas, docentes del nivel, pudieron vivenciar y formar parte de la producción de un ciclo de relatos de cuentos cortos. El objetivo, poner en tensión a través de la observación y análisis, el modo en que este tipo de ejercicios quizá cotidianos en las aulas, puede convertirse también en una situación de conocimiento y autoreconocimiento.

Los cuentos llegan también con el propósito de convertirse en alternativas recreativas para el hogar y considerando la Fiesta del Día del Niño, para que puedan tornarse en ocasión de compartir con los pequeños un momento diferente.

Sobre la lectura y el relato oral

Los niños desde que nacen “leen” el mundo en busca de significados, registran sonidos, canciones de cuna, voces y objetos cotidianos. Estas lecturas son personales e invisibles, son una visión del mundo, de su “mundo”. A medida que crecen y si los dejan, pueden “escribir” o “inscribir” palabras en él. Por eso toda lectura comienza siendo oral.

Al entrar en la escuela, los niños pueden hacer otra lectura, la de esas marcas (letras) que permiten guardar la memoria “escrita” de esa comunidad que forman parte; entablando un diálogo con las generaciones que los antecedieron y con todas las formas culturales, con las costumbres, con las historias de su sociedad. Por eso la lectura, es una práctica social, no es una actividad solitaria, “los otros” (familia, docentes, amigos…) que los rodean son fundamentales; ellos son quienes ponen a disposición los textos: libros, folletos, revistas… “dan” a leer, les leen, los convocan a leer, crean situaciones de lectura para compartir.

El Jardín ofrece la oportunidad a los pequeños para ponerse en contacto con los primeros textos escritos; ayudándolos a construir sus experiencias de lectura iniciales para convertirse en lectores activos, curiosos, creativos. Esto significa, crear las condiciones de un espacio, un tiempo, las mediaciones y compañía necesarios para lograr un “buen lector” que sienta placer al tener un libro en sus manos, que pueda elegir y disfrutar diferentes textos, que pueda encontrar “sentidos” alrededor de lo que lee; uniendo sus propias experiencias con otras nuevas, con las voces de sus compañeros, de la maestra, de autores y poetas…

Un cuento leído o narrado por un adulto posibilita que los pequeños den rienda suelta a su imaginación y fantasía, las palabras pueden transformarse en imágenes donde los personajes tienen vida y movimiento permitiendo la participación de los niños como protagonistas de una historia.